Chablis, el viñedo más septentrional de Borgoña, es probablemente la denominación de vinos blancos más conocida del mundo. Su carácter bien definido −marcado por la delicadeza aromática y la untuosidad de la chardonnay y al mismo tiempo por la mineralidad del terruño, que apunta muchas veces un matiz de piedra húmeda− y su buena capacidad de envejecimiento, son sus principales virtudes.
En este marco, Jean-Claude y Christiane Oudin extraen la esencia de este carácter elaborando blancos elegantes, de fina textura y con marcados matices minerales. Ambos se han hecho cargo en 1988 del viñedo familiar en Chichée –de tan sólo 2 hectáreas, entonces, que hoy han aumentado a 8–, aplicando la filosofía de los antiguos viticultores de la zona, prescindiendo de productos de síntesis de tal modo que sus vinos expresen con la mayor nitidez posible la expresión de este terruño de ensueño.
La mayoría de las vides tienen una orientación sur y suroeste y están ubicadas en las colinas que rodean el pueblo de Chichée.