Rodrigo Méndez
El proyecto de Rodrigo Méndez en el valle del Salnés ha sido una de las principales fuentes de inspiración en Rías Baixas desde su creación a mediados de los 2000. Rodrigo es sobrino de otro notable productor de albariño, Gerardo Méndez de Do Ferreiro, y el nombre que eligió para su proyecto, Forjas del Salnés, hace honor al negocio de hierros del abuelo Francisco Méndez, un gran apasionado de la viña que plantó numerosas fincas en la zona no solo con variedades blancas sino también con uvas tintas autóctonas.
Movido por el deseo de elaborar tintos en una región de blancos, Rodrigo Méndez buscó la ayuda de Raúl Pérez, productor clave en Bierzo y en otras regiones gallegas, quien le animó a no dejar de lado los característicos albariños del Salnés. Raúl, de hecho, elabora en Forjas del Salnés su original albariño Sketch, una de las primeras crianzas submarinas realizadas en España. Ambos comparten también proyecto en Ribeira Sacra, en la zona de Chantada, bajo el nombre de Castro Candaz.
En Forjas del Salnés se trabaja con unas 12 hectáreas de viñedo en el Salnés repartidas entre Meaño, Sanxenxo y Barro, algunas en propiedad y otras arrendadas. Una de estas últimas es una pequeña finca rural situada en Barro con cepas de unos 180 años de albariño y caíño tinto en suelos de granito de donde salen los fantásticos Finca Genoveva.
Todas las parcelas se vinifican por separado para evaluar sus características en función de los suelos, la altitud o la mayor cercanía al mar.
En 2011 nace un proyecto independiente bajo el nombre de Rodrigo Méndez que se inaugura con los albariños Cíes, elaborado solo con uvas de Meaño, y Sálvora, un blanco de una finca junto a la huerta de sus padres que tiene viñas centenarias. La gama Tras da Canda son vinos que proceden de una finca plantada por el propio Rodrigo en una zona de monte, a 230 metros de altitud con suelos de arena y cuarzo. Es un viñedo de alta densidad en espaldera rodeado de eucaliptos en el que se cultivan las tintas caíño, espadeiro y loureiro, y las blancas albariño y caíño blanco, que se han pasado al emparrado. Con unas viñas jóvenes plantadas cerca del mar en suelos de granito y caolín (arcilla blanca), elabora O Raio da Vella, un albariño y un tinto con espadeiro y caíño.
Al otro lado de la ría de Pontevedra, en Morrazo, Méndez trabaja con dos viñedos históricos en suelos de arena de playa. Hace dos vinos con perfil fresco y vertical llamados O Santo do Mar, un albariño y un tinta femia, una variante de caíño que no se comercializan en la recientemente creada IGP Ribeiras do Morrazo porque se elaboran en la bodega de Méndez en Cambados.
Movido por el deseo de elaborar tintos en una región de blancos, Rodrigo Méndez buscó la ayuda de Raúl Pérez, productor clave en Bierzo y en otras regiones gallegas, quien le animó a no dejar de lado los característicos albariños del Salnés. Raúl, de hecho, elabora en Forjas del Salnés su original albariño Sketch, una de las primeras crianzas submarinas realizadas en España. Ambos comparten también proyecto en Ribeira Sacra, en la zona de Chantada, bajo el nombre de Castro Candaz.
En Forjas del Salnés se trabaja con unas 12 hectáreas de viñedo en el Salnés repartidas entre Meaño, Sanxenxo y Barro, algunas en propiedad y otras arrendadas. Una de estas últimas es una pequeña finca rural situada en Barro con cepas de unos 180 años de albariño y caíño tinto en suelos de granito de donde salen los fantásticos Finca Genoveva.
Todas las parcelas se vinifican por separado para evaluar sus características en función de los suelos, la altitud o la mayor cercanía al mar.
En 2011 nace un proyecto independiente bajo el nombre de Rodrigo Méndez que se inaugura con los albariños Cíes, elaborado solo con uvas de Meaño, y Sálvora, un blanco de una finca junto a la huerta de sus padres que tiene viñas centenarias. La gama Tras da Canda son vinos que proceden de una finca plantada por el propio Rodrigo en una zona de monte, a 230 metros de altitud con suelos de arena y cuarzo. Es un viñedo de alta densidad en espaldera rodeado de eucaliptos en el que se cultivan las tintas caíño, espadeiro y loureiro, y las blancas albariño y caíño blanco, que se han pasado al emparrado. Con unas viñas jóvenes plantadas cerca del mar en suelos de granito y caolín (arcilla blanca), elabora O Raio da Vella, un albariño y un tinto con espadeiro y caíño.
Al otro lado de la ría de Pontevedra, en Morrazo, Méndez trabaja con dos viñedos históricos en suelos de arena de playa. Hace dos vinos con perfil fresco y vertical llamados O Santo do Mar, un albariño y un tinta femia, una variante de caíño que no se comercializan en la recientemente creada IGP Ribeiras do Morrazo porque se elaboran en la bodega de Méndez en Cambados.