Rafael Palacios proviene de una familia con larga tradición vinícola en España, es hijo de José Palacios Remondo, fundador de Bodegas Palacios Remondo en la Rioja y hermano de Álvaro Palacios, el creador del mítico L'Ermita. En el año 2004 crea su propia bodega en Galicia, bajo la denominación Valdeorras y elabora su primer vino As Sortes (elegido Vino del Año en su añada 2005 en los premios Sibaritas).
Rafael Palacios inicia su proyecto personal en el año 2004, en la sub-zona del Valle del Bibei - municipio de O Bolo, D.O. Valdeorras, comprando viejos viñedos de la variedad blanca autóctona Godello a ancianos viticultores.
La extremada orografía y la baja producción de sus suelos poco fértiles, la filoxera y la depresión de los años veinte, llevaron al casi total abandono de esta pequeña pero histórica comarca vitícola valdeorresa. Cultivadas mayoritariamente en bancales, estas pequeñas parcelas fueron heredadas por estos viticultores a sorteo, “Sorte” en Gallego.
Son suelos poco fértiles, ácidos y erosionables, para ello, se ha adaptado maquinaria de labrado ligera con el fin de cuidar la estructura de sus bancales, así como la incorporación del laboreo tradicional con tracción animal, recuperando de esta manera la viticultura tradicional y el paisaje histórico del Valle del Bibei.
Actualmente los viñedos en propiedad son 28 parcelas con una superficie total de 24,5 hectáreas de la variedad Godello, que disfrutan de un clima continental de influencia atlántica. Situadas al margen derecho del río Bibei, su altitud oscila entre 620 a los 740 m. Estas parcelas son cultivadas de forma tradicional y con tratamientos de base ecológica. Las “sortes” más viejas, son manejadas dentro de la agricultura biodinámica.
Rafael Palacios controla personalmente los trabajos de campo y los procesos de elaboración, basados en el máximo respeto a la identidad de O Bolo y la pureza de la expresión de sus vinos. El uso de barricas es muy importante: Rafael selecciona los robles del norte de Francia, ya que cuando proviene de bosques septentrionales, mas frios, la madera es menos aromática y mas neutral y permite una mejor oxigenación del vino en crianza sobre sus lias.