Con 70 ha en la región de Kamptal, Willi Bründlmayer es el mayor productor vinícola de Austria. Es famoso por un magnífico Riesling pero también por el provecho que saca a la variedad local, la Grüner Veltliner, con la cual obtiene unos blancos de gran personalidad. El viñedo de Alte Reben, con más de medio siglo, es uno de los tesoros más preciados de Bründlmayer, quien a partir de la fruta de este pago elabora un blanco seco rico y complejo, que puede conservarse en la bodega hasta quince años.
La historia de la bodega Bründlmayer se remonta a 1581 y entre sus viñedos cuenta con Heiligenstein, uno los mejores de la zona, con suelos de granito y pizarra rocosa con 250 millones de años.
Weingut Bründlmayer está situado en Langenlois, a unos 70 km al noroeste de Viena, río arriba a lo largo del Danubio en el valle de Kamp de la Baja Austria. Las colinas boscosas de Waldviertel protegen los viñedos de los fríos vientos del noroeste. Durante el día, el sol calienta las terrazas pedregosas, mientras que por la noche el aire fresco y fragante del bosque se desplaza a través del valle de Kamp hacia el Langenloiser Arena.
Los amantes del vino más puntillosos deberán saber que Bründlmayer no despalilla y prensa los racimos muy lentamente para así conseguir de una forma natural una corta maceración. Gracias a sus bajos rendimientos, sus vinos ofrecen un potencial alcohólico suficiente para no recurrir nunca a la chaptalización. Además, trabaja de la forma más natural, fermentando los mostos con sus propias levaduras.
La filosofía de Bründlmayer es simple, no hace nada que no sea verdaderamente necesario. Este lema lo aplica tanto en el viñedo como en la bodega. No despalilla y la prensa es muy lenta para conseguir de una forma natural una corta maceración de los racimos en la prensa. Gracias a sus bajos rendimientos sus caldos concentrados ofrecen un potencial alcohólico suficiente para no recurrir nunca a la chaptalización o sea la adición de azúcar de caña en los mostos.
Willi Bründlmayer, la estrella indiscutible del Kamptal, dispone de muy pocas hectáreas en propiedad. A principios de los 90 adoptó una forma de poda que lleva el nombre de su vino Lyra, se trata de levantar la cepa de tronco doble con una vara. La densidad de la plantación no es muy alta.