Con pequeños proyectos en Rioja, Arlanza y Navarra, el francés Olivier Rivière es uno de los más claros representantes de la nueva hornada de pequeños productores que han surgido en España en la última década.
Llegó a España en 2004 para trabajar con Telmo Rodríguez, pero muy pronto empezó a comprar uva y elaborar por su cuenta. En los últimos años además se ha hecho con viñedos propios en distintas zonas que, fiel a su filosofía borgoñona, elabora por separado. El primero fue en el paraje El Quemado, en Covarrubias, un valle olvidado de la Ribera del Arlanza (Burgos); luego llegaron Alto Redondo en Dicastillo (Navarra) y más recientemente varias viñas en el entorno de Laguardia (Rioja). Asesora enológicamente a Bodegas Lacus en Rioja, en cuyas instalaciones de Aldeanueva de Ebro elabora también sus riojas.
Para Rivière el foco de atención está en el viñedo y en la obtención de uvas de alta calidad. Elabora normalmente por municipios o viñedos y apuesta por depósitos de vinificación pequeños: tanques de cemento o tinas de roble de 2.000 a 5.000 litros. A menudo emplea raspón en fermentación y definitivamente apuesta por volúmenes grandes para la crianza: barricas de 300 y 500 litros.
Los viñedos se cultivan sin utilizar ningún tipo de herbicidas ni abonos químicos, y los tratamientos se realizan exclusivamente a base de productos biológicos, aplicados sólo cuando son estrictamente necesarios. La vendimia es manual y la vinificación se lleva a cabo sin añadir levaduras.
Olivier Rivière ha sabido transmitir sus conocimientos del "vigneron" francés a sus particulares viñedos, con unos sorprendentes vinos, amables y llenos de personalidad.