Domaine de Marcoux
La finca Marcoux se encuentra en Châteauneuf-du-Pape. La familia Armenier lo posee desde el siglo XIV. Gracias al testamento de Philippe, fue, desde 1991, una de las pioneras de la biodinámica en Châteauneuf-du-Pape.
Desde entonces, son las hermanas de Pierre, Sophie y Catherine Armenier, quienes han hecho de la finca de Marcoux una de las direcciones imperdibles de la denominación. Catherine manejó principalmente las vides, mientras que Sophie dirigió el lado de la vinificación.
Trabajan 17,5 hectáreas, divididas en diez parcelas, sobre diferentes tipos de suelo: calizas, arcillas rojas, gravas, arenas y cantos rodados. Las cepas, algunas de las cuales tienen más de 100 años, producen suntuosas añadas vinificadas y envejecidas principalmente en cubas de hormigón (y algunas barricas). Los tintos de Domaine de Marcoux seducen por su intensidad, su potencia y el brillo de su fruta. Las hermanas producen Lirac y Côtes du Rhône igualmente sabrosos con los mismos estándares.
En 2014, el hijo de Sophie, Vincent Estevenin, tomó su lugar junto a su madre y su tía, trayendo su juventud, pasión y habilidades a la bodega.
¡En 2019, Catherine, que aspiraba a una vida más tranquila, se retiró!
Desde entonces, son las hermanas de Pierre, Sophie y Catherine Armenier, quienes han hecho de la finca de Marcoux una de las direcciones imperdibles de la denominación. Catherine manejó principalmente las vides, mientras que Sophie dirigió el lado de la vinificación.
Trabajan 17,5 hectáreas, divididas en diez parcelas, sobre diferentes tipos de suelo: calizas, arcillas rojas, gravas, arenas y cantos rodados. Las cepas, algunas de las cuales tienen más de 100 años, producen suntuosas añadas vinificadas y envejecidas principalmente en cubas de hormigón (y algunas barricas). Los tintos de Domaine de Marcoux seducen por su intensidad, su potencia y el brillo de su fruta. Las hermanas producen Lirac y Côtes du Rhône igualmente sabrosos con los mismos estándares.
En 2014, el hijo de Sophie, Vincent Estevenin, tomó su lugar junto a su madre y su tía, trayendo su juventud, pasión y habilidades a la bodega.
¡En 2019, Catherine, que aspiraba a una vida más tranquila, se retiró!
