Château de Saint-Pey

Frédéric Stévenin y Clarence Grosdidier
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Château de Saint-Pey
Durante seis generaciones, el castillo de Saint-Pey fue herencia de los herederos de Musset. En parte data del siglo XVI, la propiedad, con sus grandes espacios abiertos, ofrece un patrimonio vitivinícola excepcional. Una gran complicidad ha permitido transferir el saber hacer tradicional de esta familia con los nuevos propietarios desde 2011. Frédéric Stévenin y Clarence Grosdidier han dado un segundo aire al Château y a los vinos producidos, respetando las tradiciones pero añadiendo toques de modernidad y asegurando un calidad que no ha dejado de crecer desde entonces.



Desde su creación, el Château de Saint-Pey ha destacado por la calidad de sus vinos. Los propietarios prestan el máximo cuidado al cultivo del viñedo y a la vinificación. El suelo -arenoso en la superficie y luego limoso- se asienta sobre un subsuelo calcáreo y arcilloso y refleja el terruño de Saint-Emilion. Las cepas tienen una edad media de 40 años y producen vinos compuestos por un 80% de Merlot, un 15% de Cabernet Franc y un 5% de Cabernet Sauvignon. La calidad y la regularidad han permitido a los vinos de Château Saint-Pey forjarse una reputación internacional y ser premiados regularmente en concursos internacionales.



"El respeto del medio ambiente forma parte de nuestra filosofía. Nos comprometemos a trabajar los suelos mediante laboreo para favorecer un enraizamiento más profundo de las vides, con el fin de expresar mejor nuestro terruño. Limitamos los tratamientos a su mínima necesidad. Nuestras elecciones vienen dictadas por la observación y el ciclo de crecimiento de las vides. Entender el terruño y adaptarse a él para revelarlo mejor es nuestro primer reto", explican los propietarios.



Como un buen vino empieza con frutos sanos, el Château de Saint-Pey compró una parcela de 1,5 hectáreas cultivada de forma ecológica. Tal vez de ella surja una nueva gama de vinos ecológicos, teniendo en cuenta que el resto de la propiedad ya se beneficia de prácticas biocontroladas, una política integrada destinada a reducir su impacto en el medio ambiente.



El terruño del viñedo del Château de Saint-Pey produce uvas de calidad. Las antiguas arenas de la superficie, bien drenadas, generan un microclima cálido que favorece la buena maduración de las bayas. Gracias a la arcilla profunda, las vides pueden extraer todos los nutrientes vitales para obtener uvas concentradas con aromas complejos. Los vinos son siempre vistosos, con túnicas de color entre rubí y granate, oscuras y profundas. Muestran un bouquet expresivo y potente, un primer sabor amplio y limpio, una amplitud suave y una madera procedente de la barrica que permite imaginar una buena crianza.

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