Valquejigoso

La Familia Colomo
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Valquejigoso
El trébol es un elemento común en Valquejigoso y por ello se escogió. Adicionalmente, el trébol de cinco hojas, tiene diversos significados simbólicos o mágicos en distintas culturas, pero entre ellas, las más nombradas son la suerte extrema, la fertilidad o la riqueza.



Valquejigoso significa "Valle de Quejigos". El Quejigo es un árbol del género quercus como la encina, el roble o el alcornoque. Por su concentración en esta zona adehesada, el paraje recibe históricamente el nombre de "Dehesa de Valquejigoso".



Valquejigoso está construida en una finca situada en el municipio de Villamanta, al suroeste de la Comunidad de Madrid y lindando con Toledo y la Sierra de Gredos



La Finca Valquejigoso fue adquirida por la familia Colomo en febrero del 1986 al Conde de Caralt. A partir del año 92, año en el que se fragua el proyecto vitivinícola, la finca pasa de ser un importante coto de caza, a una bodega en toda regla. La plantación de las primeras viñas tiene lugar en el 1997 usando el método del injerto. Contribuyen al proyecto viveristas franceses de renombre como Renoux – esencialmente basado en Burdeos - y equipos especialmente venidos del país vecino para aportar su experiencia en la plantación “a horquillo”, un método ancestral que requiere un pesado trabajo manual.



La finca de Valquejigoso forma parte del patrimonio de Félix Colomo Díaz, el gran torero madrileño, nacido en el año 1913 en Navalcarnero (Madrid), fundador de famosos restaurantes Las Cuevas de Luis Candelas y La Posada de la Villa en el casco antiguo de Madrid.



Desde que su propietario Félix Colomo pensó en cómo dar forma a su nuevo proyecto allá en 1986 (conseguir que una bodega de Madrid fuese un referente en el panorama vitícola de nuestro país) hasta hoy en día, todo lo que se ve, se huele y se saborea en Valquejigoso recuerda a los antiguos chateaux bordeleses. Sus vinos son la expresión del terruño y de una elaboración concienzuda y respetuosa con lo que le rodea.



El viñedo de la Dehesa de Valquejigoso se encuentra situado en la entrada de la finca en la parte más oriental de la misma. Las plantaciones que comenzaron en el año 1997 se han ido complementando añada tras añada y finalizarán en un futuro ya más cercano.



El objetivo final es completar una superficie de viñedo de varietales tintos de unas 55 hectáreas netas con 10 variedades distintas (actualmente hay 49 has plantadas con 8 varietales: Cabernet Sauvignon, Merlot, Petit Verdot, Syrah, Tempranillo, Garnacha, Graciano y Negral) y 1,8 hectáreas separadas físicamente del viñedo principal, con varietales blancas (Sauvignon Blanc, Albillo Real, Viognier entre otras).



Dentro de su entorno de clima continental, Valquejigoso tiene unas condiciones meso-climáticas diferentes con respecto de su entorno más cercano. Las temperaturas son extremas en invierno y en verano pero siempre con una humedad relativa limitada. Debido tanto a esta baja humedad como al viento que sopla habitualmente durante el período de riesgo de enfermedades fúngicas en la vid, en Valquejigoso no suelen surgir estas complicaciones. Las temperaturas al final del verano y por la noche son inferiores a la media, consiguiendo una oscilación térmica entre el día y la noche importante para la maduración óptima de los racimos.





En Valquejigoso se trabaja desde el punto de la observación, interpretación y respeto del paisaje, del suelo, de los vinos, con el objetivo de que los vinos trasmitan las peculiaridades del lugar donde cultivamos el viñedo. Para Aurelio García, enólogo de la bodega, “nuestros viñedos están situados en un lugar privilegiado, pues la variabilidad en la composición de los suelos, en las orientaciones de los viñedos, nos permite que las diferentes variedades que cultivamos expresen en cada zona de la viña unos caracteres singulares, de forma de cada una de estas zonas surge una parcela singular que nos proporciona un vino propio de esa parcela, con una personalidad única y característica de ese suelo, de esa orientación y de esa variedad de uva, es por eso que tenemos que tratar cada parcela como única”. Esto significa que las 83 microparcelas de Valquejigoso se podan y se trabaja de forma personalizada durante todo el ciclo de la vid hasta el momento de la vendimia, posteriormente estas parcelas se elaboran por separado.



La erosión de la roca granítica de la Sierra de Gredos es el origen del suelo de Valquejigoso. Un suelo muy particular dividido en tres estratos donde las arenas graníticas y las arcillas dan vida a variedades francesas como cabernet sauvignon, cabernet franc, syrah, petit verdot, sauvignon blanc e incluso viognier. Unas variedades que, siendo foráneas, transmiten terruño y autenticidad.



Dotada de todas las nuevas tecnologías que existen hoy en el mercado es una bodega pensada por y para el vino. En ella trabajan por el sistema de gravedad: la uva recién vendimiada y enfriada, pasa por la mesa de selección donde se hace una rigurosa selección y posteriormente aprovechando la gravedad la uva llega a los depósitos de inoxidable o tinas de roble francés donde se elaboran las diferentes microparcelas, posteriormente, en todos los procesos de extracción del color y del aroma, también se trabajan por gravedad.



A pesar de las modas, en la bodega tienen muy claro que no importa el tiempo que se tarde. Lo importante es hacer grandes vinos y por eso los vinos de Valquejigoso cuentan con un gran aliado, una impecable sala de barricas y tinas de roble francés alineadas en un solo nivel al más puro estilo bordelés. Aquí y en su botellero los vinos de Valquejigoso pasarán años hasta salir a mercado.



Como dice Aurelio García, “aquí no dejamos nada al azar”. Todo está pensado para conseguir que sus vinos sean excepcionales y así lo están demostrando.

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