Château Prieuré-Lichine
Château Prieure Lichine comenzó como un priorato de monjes benedictinos. Estos monjes producían vino de Burdeos para las cenas y ceremonias religiosas, igual que muchas haciendas durante la Revolución Francesa, Prieure Lichine fue embargada, dividida y vendida.
En 1789 partes de Prieure Lichine fueron compradas por numerosos Châteaux circundantes en la denominación Margaux. Desde entonces, Château Prieure Lichine ha comercializado vino con varios nombres diferentes, incluyendo La Prieure y Prieure-Cantenac.
Ya en el siglo XX, Alexis Lichine llegó a la zona de Médoc. Se interesó por el edificio y por sus terrenos, que por aquel entonces contaba con 11 hectáreas.
El entonces dueño supo ver el potencial de aquel terreno y se alió con otros comerciantes y negociantes para elevar el estatus del château. Para la década de los setenta contaba ya con 58 hectáreas de viñedos en suelos de distinta naturaleza.
Tras la muerte de Lichine en 1989 su hijo Sacha se puso al frente de la empresa. Fue el encargado de dirigirla hasta que en 1999 la vendiera al Groupe Ballade por una cifra cercana a los 23 millones de euros.
Los suelos de Château Prieuré-Lichine se componen esencialmente de grava depositada por el río durante sucesivas inundaciones glaciales en la era cuaternaria. Las corrientes resultantes de las inundaciones cortan estos suelos sedimentarios en montículos bien drenados, que hoy miran hacia el estuario de la Gironda.
En 1789 partes de Prieure Lichine fueron compradas por numerosos Châteaux circundantes en la denominación Margaux. Desde entonces, Château Prieure Lichine ha comercializado vino con varios nombres diferentes, incluyendo La Prieure y Prieure-Cantenac.
Ya en el siglo XX, Alexis Lichine llegó a la zona de Médoc. Se interesó por el edificio y por sus terrenos, que por aquel entonces contaba con 11 hectáreas.
El entonces dueño supo ver el potencial de aquel terreno y se alió con otros comerciantes y negociantes para elevar el estatus del château. Para la década de los setenta contaba ya con 58 hectáreas de viñedos en suelos de distinta naturaleza.
Tras la muerte de Lichine en 1989 su hijo Sacha se puso al frente de la empresa. Fue el encargado de dirigirla hasta que en 1999 la vendiera al Groupe Ballade por una cifra cercana a los 23 millones de euros.
Los suelos de Château Prieuré-Lichine se componen esencialmente de grava depositada por el río durante sucesivas inundaciones glaciales en la era cuaternaria. Las corrientes resultantes de las inundaciones cortan estos suelos sedimentarios en montículos bien drenados, que hoy miran hacia el estuario de la Gironda.