Casa Noble
El maestro tequilero José ‘Pepe’ Hermosillo es el encargado de que en Casa Noble se fabrique uno de los mejores tequilas de México. Él comparte la firme creencia de que para elaborar este tipo de bebida se debe hacer con la correcta pasión, convicción e integridad. De tal manera que todo el agave weber de variedad azul la cosechan en el rico suelo volcánico de Jalisco, México, para obtener un producto superior, orgánico de sabor exuberante.
Las raíces de Casa Noble se remontan a fines de los 1700, en una hacienda rodeada de tierras donde solo se cultivaba agave Tequilana Weber variedad Azul. En pocos años esta hacienda se convirtió en una de las fabricas más desarrolladas de la región, sus tierras con más de un millón de plantas de agave, cuando el total de la región era de 6 millones. Para finales de ese siglo, la hacienda tenía ya una capacidad de producción de 10 barriles de 66 litros diariamente.
Ya para los principios de 1900, la bebida conocida como “vino mezcal” o “vino tequila” comenzó a crecer en popularidad y aceptación para tomarse “derecha”, sin filtrar ni diluir. El tequila se almacenaba en barricas de madera, y después de su fermentación se transportaba a lomo de mulas directamente hasta las cantinas de La Ciudad de México y de Guadalajara. La gente de todos los estatus sociales disfrutaban de esta bebida, y pronto se convirtió en tradición el tomarla en una gran variedad de eventos.
Para Casa Noble, hacer tequila refleja un profundo respeto por todo el misticismo y tradiciones que esta bebida representa para los Mexicanos, y que ahora se ha extendido a muchos otros países. Casa Noble encierra en cada una de sus botellas la esencia de su cultura, el sabor de su tierra, la pasión por la perfección, la obsesión por producir el mas puro y autentico tequila, ni más ni menos.
Las raíces de Casa Noble se remontan a fines de los 1700, en una hacienda rodeada de tierras donde solo se cultivaba agave Tequilana Weber variedad Azul. En pocos años esta hacienda se convirtió en una de las fabricas más desarrolladas de la región, sus tierras con más de un millón de plantas de agave, cuando el total de la región era de 6 millones. Para finales de ese siglo, la hacienda tenía ya una capacidad de producción de 10 barriles de 66 litros diariamente.
Ya para los principios de 1900, la bebida conocida como “vino mezcal” o “vino tequila” comenzó a crecer en popularidad y aceptación para tomarse “derecha”, sin filtrar ni diluir. El tequila se almacenaba en barricas de madera, y después de su fermentación se transportaba a lomo de mulas directamente hasta las cantinas de La Ciudad de México y de Guadalajara. La gente de todos los estatus sociales disfrutaban de esta bebida, y pronto se convirtió en tradición el tomarla en una gran variedad de eventos.
Para Casa Noble, hacer tequila refleja un profundo respeto por todo el misticismo y tradiciones que esta bebida representa para los Mexicanos, y que ahora se ha extendido a muchos otros países. Casa Noble encierra en cada una de sus botellas la esencia de su cultura, el sabor de su tierra, la pasión por la perfección, la obsesión por producir el mas puro y autentico tequila, ni más ni menos.
