Fundada en 1888 en el sitio de Eigashima en la ciudad de Akashi, la destilería White Oak fue la primera en Japón en obtener la licencia de destilación de licores en 1919 y, según la leyenda, sería la primera en destilar whisky.
Una producción que permaneció artesanal y reservada para el mercado japonés hasta 1984 con la construcción de una nueva destilería especialmente dedicada a la destilación del whisky. Ubicada cerca del mar, no muy lejos al sur de la ciudad de Kobe, y disfrutando de un clima templado y estable, la destilería White Oak todavía produce malta individual en pequeñas cantidades, pero de calidad creciente.
La historia del whisky japonés está estrechamente relacionada con la del joven estudiante de química Masataka Taketsuru que, después de la Primera Guerra Mundial, fue a Escocia para aprender el método de producción de aguardientes de malta. A su regreso, Taketsuru decidió fundar la destilería Nikka, ahora conocida por la alta calidad de los destilados de malta que produce.
Ahora pertenece a la compañía Egaijima Sake Brewery Co., Ltd,, y se ha convertido en una de las destilerías más importantes de Japón que produce whisky de malta.
