Darroze
La historia comienza con Jean Darroze y su restaurante en Villeneuve-de-Marsan ... enamorado del sudoeste y de sus tradiciones centenarias, este respetado chef de la cocina local landesa introdujo a su hijo Francis en las artes culinarias, en los grandes vinos y en los finos aguardientes gascones.
Cultivando este gusto por la tradición y la autenticidad, Francis Darroze dominó el talento para descubrir los armagnacs de cada finca, viajando por todo el famoso terruño de Bas-Armagnac con su padre, conocedor y exigente amante del vino, y probando tesoros ocultos en pequeñas fincas desconocidas y fuera de su alcance.
Estos primeros descubrimientos se remontan a los años 50 y 60, y se intensifican a partir de 1970 con la construcción de una bodega específicamente dedicada al envejecimiento.
Su hijo Marc, enólogo de formación, se unió a su padre para seguir sus pasos en 1996. Ambos se complementan y son "cazadores de tesoros", como los apodó Martine Nouet en su libro "Eaux-de-vie: le guide" y han recorrido las tierras del Armagnac durante todos estos años en busca de este líquido dorado que hoy nos ofrecen.
Cazadores de tesoros en primer lugar por gusto, pero también para satisfacer a una clientela fiel que busca aguardientes de calidad, juntos son los descubridores del Armagnac.
En la actualidad, Marc Darroze dirige la empresa en solitario, ya que Francis se ha acogido a su merecida jubilación. Sin embargo, continúa con su labor, como un guardián con ojo vigilante, a veces como un anticuario iniciado por su padre para ayudarnos a hacer accesibles estos tesoros.
Cultivando este gusto por la tradición y la autenticidad, Francis Darroze dominó el talento para descubrir los armagnacs de cada finca, viajando por todo el famoso terruño de Bas-Armagnac con su padre, conocedor y exigente amante del vino, y probando tesoros ocultos en pequeñas fincas desconocidas y fuera de su alcance.
Estos primeros descubrimientos se remontan a los años 50 y 60, y se intensifican a partir de 1970 con la construcción de una bodega específicamente dedicada al envejecimiento.
Su hijo Marc, enólogo de formación, se unió a su padre para seguir sus pasos en 1996. Ambos se complementan y son "cazadores de tesoros", como los apodó Martine Nouet en su libro "Eaux-de-vie: le guide" y han recorrido las tierras del Armagnac durante todos estos años en busca de este líquido dorado que hoy nos ofrecen.
Cazadores de tesoros en primer lugar por gusto, pero también para satisfacer a una clientela fiel que busca aguardientes de calidad, juntos son los descubridores del Armagnac.
En la actualidad, Marc Darroze dirige la empresa en solitario, ya que Francis se ha acogido a su merecida jubilación. Sin embargo, continúa con su labor, como un guardián con ojo vigilante, a veces como un anticuario iniciado por su padre para ayudarnos a hacer accesibles estos tesoros.
