Benromach
Benromach nació en 1898 y a día de hoy es la destilería más pequeña en activo de Speyside, con una plantilla de tres hombres y una producción anual aproximada de 300.000 litros. La destilería es propiedad del reconocido embotellador independiente Gordon & MacPhail, está situada a las afueras de la ciudad de Forres y utiliza las puras aguas del cercano manantial de Chapeltown.
Desde su inauguración en 1898, la destilería sufrió numerosos cambios de propietario y períodos de inactividad, la ultima vez que se embotelló Benromach como single malt antes de que el actual propietario restaurara la destilería fue en el año 1900.
Gordon & MacPhail compró la destilería en 1993 y en 1996 anunció el renacimiento de Benromach. La reconstrucción de la destilería empezó en 1997 y en 1998 los primeros destilados brotaron de los alambiques.
Conservando el carácter clásico de los whiskies de 1960 de Speyside, cuando se utilizaba carbón y en épocas de escasez turba para elaborar la malta, todos los whiskies poseen turba, un toque ligero.
Aunque de reciente creación, los maestros destiladores de la destilería Benromach, únicamente utilizan sus sentidos para elaborar el whisky, en este proceso no se utilizan ni ordenadores, ni siquiera válvulas de presión, todo se hace de manera artesanal utilizando la vista, oído, olfato y tacto de los expertos.
Desde su inauguración en 1898, la destilería sufrió numerosos cambios de propietario y períodos de inactividad, la ultima vez que se embotelló Benromach como single malt antes de que el actual propietario restaurara la destilería fue en el año 1900.
Gordon & MacPhail compró la destilería en 1993 y en 1996 anunció el renacimiento de Benromach. La reconstrucción de la destilería empezó en 1997 y en 1998 los primeros destilados brotaron de los alambiques.
Conservando el carácter clásico de los whiskies de 1960 de Speyside, cuando se utilizaba carbón y en épocas de escasez turba para elaborar la malta, todos los whiskies poseen turba, un toque ligero.
Aunque de reciente creación, los maestros destiladores de la destilería Benromach, únicamente utilizan sus sentidos para elaborar el whisky, en este proceso no se utilizan ni ordenadores, ni siquiera válvulas de presión, todo se hace de manera artesanal utilizando la vista, oído, olfato y tacto de los expertos.
