Ayala

Champagne Ayala es una de las casas de champagne más antiguas, está situada en Ay, en el corazón de Champagne. Fue fundada hace más de 150 años, independiente y de propiedad familiar, es aún hoy el arquetipo de una gran e histórica casa gracias a la producción de vinos de primera calidad que se disfrutan en todo el mundo por su frescura y elegancia.

Champagne Ayala es conocido hoy en día en todo el mundo por sus vinos frescos, elegantes y delicados. Esta combinación bien equilibrada que da el Chardonnay, vinificaciones realizadas en pequeños depósitos de acero inoxidable termo-regulado y bajos niveles de dosificación: son todos los elementos que definen la personalidad única referencias emblemáticas de la casa.

Edmond de Ayala, fundador de la Casa en 1860, desciende de una familia que siempre ha cultivado el gusto por ir muy lejos. Sus antepasados le legaron el espíritu de excelencia y el gusto por la aventura que le llevaron a instalarse en Aÿ para aprender todo lo relacionado con el vino. Desde su creación, Champagne Ayala se erige rápidamente como una referencia imprescindible en Francia y en el extranjero. La joven Casa debe especialmente su expansión a Fernand de Ayala, hermano menor de Edmond, quien se establece en Londres ya en 1863 y hace descubrir el sabor único de los vinos de la Casa a la aristocracia británica.

Ubicada en Aÿ, en el corazón de los más prestigiosos viñedos, Champagne Ayala cuenta actualmente con un patrimonio arquitectónico extraordinario, un lugar único donde se expresa con rigor su saber hacer. Ayala posee 20 hectáreas principalmente en el valle de Marne y las complementa con uvas de la Côte des Blancs y la Montagne de Reims para producir alrededor de 1 millón de botellas por año. 

Todas las etapas de la elaboración de los vinos se realizan in situ, desde la vinificación hasta la expedición de las botellas, pasando por la crianza, el removido, el degüelle, el envasado y el acondicionamiento. Los 2 kilómetros de bodegas resguardan cerca de 2,5 millones de botellas, que envejecen lentamente en sus centenarias bodegas, excavadas en las colinas de creta de Aÿ.