Todo lo que debes saber sobre el vino de Toro

Todo lo que debes saber sobre el vino de Toro
11 de agosto de 2023 164 visualizaciones
Todo lo que debes saber sobre el vino de Toro
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Vino DO Toro

 

¿Quieres saber más sobre los vinos de Toro? Es probable que ya hayas probado los vinos de Toro, pero conocerlos en profundidad te permitirá apreciar mejor sus cualidades la próxima vez que los disfrutes

 

 

 

La región del vino de Toro

 

 

El vino de Toro es un vino español que se produce en la región de Toro, en la comunidad autónoma de Castilla y León. Su territorio se extiende por la localidad con la que comparte nombre y por otros 11 municipios al sureste de la provincia de Zamora y 3 más en el suroeste de la provincia de Valladolid. La zona vitivinícola de Toro se encuentra en la margen derecha del río Duero, y se caracteriza por un clima continental extremo, con inviernos fríos y veranos muy calurosos, lo que favorece el cultivo de la vid y la obtención de vinos de alta calidad.

La Denominación de Origen Toro nace en 1987, aunque sus vinos cuentan con gran tradición y sus orígenes son anteriores al asentamiento de los romanos. Durante la Edad Media, los monjes de los monasterios cercanos mantuvieron la tradición de la viticultura y la elaboración de vino, y posteriormente, en el siglo XIX, se fundaron las primeras bodegas comerciales.

Las denominaciones de origen son una garantía de calidad diferenciada que certifica que el producto debe su calidad o características al lugar del que procede, tanto por el entorno natural como por el saber hacer de sus productores. Antes de entrar en las características de los vinos de Toro, conozcamos un poco mejor la región y las uvas con que se elaboran sus vinos.

 

mapa do toromapa do toro

La Denominación de Origen Toro nace en 1987, aunque sus vinos cuentan con gran tradición y sus orígenes son anteriores al asentamiento de los romanos. Durante la Edad Media, los monjes de los monasterios cercanos mantuvieron la tradición de la viticultura y la elaboración de vino, y posteriormente, en el siglo XIX, se fundaron las primeras bodegas comerciales.

Las denominaciones de origen son una garantía de calidad diferenciada que certifica que el producto debe su calidad o características al lugar del que procede, tanto por el entorno natural como por el saber hacer de sus productores. Antes de entrar en las características de los vinos de Toro, conozcamos un poco mejor la región y las uvas con que se elaboran sus vinos.

 

 

Variedades de uva del vino de Toro

 

 

Las variedades amparadas por la DO Toro son la tinta de Toro y la garnacha tinta y las blancas malvasía castellana, moscatel de grano menudo, albillo real y verdejo. 

La uva de referencia de la región es la variedad autóctona tinta de Toro, responsable del intenso color característico de los tintos de Toro. Sus características ampelográficas la asemejan a la tempranillo o tinto fino, pero en Toro, donde arraiga desde hace varios siglos, ha adquirido una personalidad propia y diferente a sus semejantes. La cepa es de tamaño medio con porte semierguido y hojas verdes, también granates cuando finaliza el ciclo de maduración. Sus uvas son esféricas, de tamaño medio. Tienen la piel fina, de color azul negruzco, y la pulpa incolora, aunque en la maduración aparecen venas coloreadas. 

 

 

El clima es la clave del vino de Toro

El carácter de los vinos reside en la suma de situación, clima y tipos de suelo. Nos encontramos en el extremo occidental de Castilla y León, donde el clima es continental semiárido y extremado, con influencia atlántica. Una zona con más de 2.600 horas de sol al año y poca humedad (las precipitaciones no suelen pasar de 4.000 mm anuales) y en la que las heladas primaverales son bastante frecuentes. La temperatura media anual se sitúa alrededor de los 13 °C, aunque se alcanzan los 37 °C a finales de julio, y hasta los -11 °C entre los meses de diciembre y marzo. El ciclo de la vid de Toro es de unos 230 días. 

Los viñedos están a 620-870 m. Podemos encontrar suelos terciarios (francoarenosos, arcillosos, arenosoarcillosos, de arena y grava, de canto rodado y arena) y cuaternarios (arcillolimoarenosos y arcillolimopedregosos, cascajos y arena o de cantos rodados y arena).

Todas estas condiciones (extremado frío en invierno, gran número de horas de sol, etc.), obligan a las uvas a dar lo mejor de sí, lo que se traduce en vinos de gran calidad con un sabor y un color inigualables.

 

 

viñedo bodegas numanthia toroviñedo bodegas numanthia toro

Viñedo Bodegas Numanthia en Toro

 

 

 

No todos los vinos pueden ser vino de Toro: requisitos

Para etiquetar un vino como DO Toro, deben cumplir ciertos requisitos desde la implantación del viñedo y sus prácticas culturales hasta la comercialización del producto embotellado. En el Pliego de condiciones de vinos de Toro puedes consultar detalladamente los requisitos técnicos, de las que resultan unos vinos con una características concretas. Veamos cuáles son.

 

Características de los vinos de Toro

Toro es famosa por sus vinos tintos. Se elaboran principalmente con la variedad tinta de Toro (en cuyo caso, deben contener al menos el 75% de uvas de esta variedad) o con garnacha tinta (85%). Según el envejecimiento, diferenciamos entre joven, tinto roble, crianza, reserva y gran reserva. La tinta de Toro madura temprano, lo que permite elaborar también vinos por el sistema de maceración carbónica (encubado de racimos enteros), unos vinos fragantes, frescos y aromáticos que se empiezan a comercializar dentro del mismo año de la recolección de la uva.

Los tintos jóvenes presentan un color guinda intenso con reflejos morados y un brillo vivo. En nariz ofrecen olores primarios (frutos rojos, moras, grosellas, endrinas) y lácticos. En boca son carnosos, con taninos dulces y largo recorrido.

Los tintos con envejecimiento van del rojo bermellón intenso con tintes violáceos a tonos más yodados, brillantes y limpios. En nariz muestran aromas de frutos rojos confitados, especias, tostados… a los que se suman terciarios, como maderas curtidas, cueros, hojarasca o cortezas de cítricos secos, en el caso de los reserva y gran reserva. En boca son carnosos, estructurados, potentes y untuosos, con largo retrogusto.

Los rosados se elaboran por el método tradicional de sangrado, con maceraciones cortas en frío para mantener el aroma de las variedades y posterior fermentación a baja temperatura. Se pueden elaborar con cualquiera de las variedades tintas y blancas amparadas por la DO. En general (habrá matices en función de las uvas empleadas), son vinos llenos de color, con tonos rojo frambuesa, brillantes. En nariz ofrecen aromas vegetales y a frutas del bosque. En boca son sabrosos y frutales, con una acidez fresca.

Los blancos se elaboran con las variedades amparadas por la DO (malvasía castellana, verdejo, albillo real o moscatel de grano menudo) de forma monovarietal o mezcla. Presentan un color amarillo pajizo con reflejos verdosos, limpio y brillante. En nariz encontramos aromas frutales (frutas verdes, manzana, piña), flor de almendro o miel. En boca son frescos, glicéricos y con un característico final amargo.
Esperamos que este pequeño resumen te acerque al vino de Toro, fruto de un suelo, un clima, una tradición y una cultura únicos en el mundo. Si quieres conocer en mayor detalle esta región y sus vinos, no dudes en contactar con nosotros. ¡Estaremos encantados de ayudarte y descubrirte los mejores vinos de Toro!

 

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