Para los amantes del vino, el disfrute de la bebida es un ritual que comienza mucho antes de la propia degustación. El ‘simple’ hecho de descorchar la botella es mucho más que eso, ya que abre camino a los más deseados placeres. Y, para ello, es fundamental contar con las herramientas adecuadas. Entre todos los accesorios para el disfrute del vino, el sacacorchos es probablemente el más ubicuo, con presencia prácticamente en todos los hogares.
En este artículo conoceremos sus orígenes, cuántos tipos de sacacorchos hay (desde los modelos más simples hasta los más sofisticados), las ventajas de cada uno o cómo elegir el sacacorchos adecuado para cada ocasión.
Comencemos por una breve aproximación a los orígenes del sacacorchos. Su invención, como toda creación humana, nace de la necesidad; en este caso, la de los marinos ingleses del siglo XVII que comenzaron a transportar el vino embotellado y sellado con un corcho coincidiendo con la proliferación de las botellas de vidrio.
¿Cuántos tipos de sacacorchos hay?
Del “tornillo de acero utilizado para extraer los tapones de las botellas” al que se refería James Worligge en su Tratado de la sidra (1676), primera referencia al utensilio que se conoce, a los sofisticados gadgets que tenemos en la actualidad, se han sucedido cientos de diseños. De hecho, solo en Reino Unido se patentaron más de 300 modelos durante el siglo posterior a la primera patente (de 1795).
Si hablamos de sacacorchos, no podemos dejar de recomendarte la impresionante colección de Museo Vivanco, con más de 3.000 modelos, ¡a cuál más sorprendente!
A continuación, recopilamos los principales tipos de sacacorchos y sus características, así como las ventajas (e inconvenientes, en su caso) de cada uno.
Sacacorchos de T
Debe su nombre a la forma en que se unen espiral y empuñadura. La espiral se introduce en el corcho y luego se tira con fuerza hacia arriba sujetando firmemente la botella. Es el mecanismo más sencillo y asequible, pero también el que requiere mayor esfuerzo.
Sacacorchos de palanca
Es el típico sacacorchos de camarero, provisto de un sistema de palanca que se apoya contra la botella, reduciendo el esfuerzo para extraer el corcho. Plegable, pequeño y económico, es uno de los modelos más populares dentro y fuera del gremio.
Sacacorchos de dos tiempos
Es un modelo de palanca, que cuenta con una segunda pestaña para facilitar la extracción. Es el más utilizado por sumilleres y profesionales del sector. Eficiente, económico, ocupa poco espacio… Además, suele incorporar una cuchilla que permite cortar la cápsula, haciéndolo aún más práctico.
Sacacorchos de alas (o de brazos)
Este modelo tiene un cabezal y dos alas a los lados, que se levantan al enroscar la espiral en el corcho y permiten extraerlo al bajarlas de nuevo. Ha sido uno de los más empleados en el ámbito doméstico, aunque en los últimos años ha sido reemplazado por los de palanca por ser más pequeños y económicos.
Sacacorchos de rosca
Este sistema consiste en un cabezal con una manivela superior que se coloca en el cuello de la botella, girándola para que la espiral penetre el corcho. Es uno de los modelos clásicos, sumamente fácil de utilizar, similar al de alas, aunque la extracción se hace mediante rosca.
Sacacorchos de palanca superior
También conocido como sacacorchos de tres tiempos o rabbit. Este modelo dispone de un sistema de pinza que sujeta el cuello de la botella y de una palanca superior que permite introducir la espiral en el corcho y extraerlo mediante un movimiento hacia arriba.
Sacacorchos de láminas
Este modelo consta de dos finas lengüetas que se introducen entre el corcho y el cuello de la botella para extraerlo entero, sin agujerearlo. Reservado a botellas muy viejas con el corcho deteriorado, este mecanismo requiere de cierta habilidad, por lo que no es apto para principiantes.
Sacacorchos neumático o de aire comprimido
Este sistema bombea aire a través de una aguja, lo que provoca la expulsión el corcho. El aire puede remover bruscamente los sedimentos de los vinos de guarda y alterar sus propiedades, por lo que no suele ser del gusto de los entendidos.
Sacacorchos eléctrico
Este modelo es el epítome de comodidad, ya que el aparato hace todo el trabajo, basta con apretar un botón para extraer el tapón en cuestión de segundos. Los modelos más sofisticados incorporan la función para conocer la temperatura de la botella antes de abrirla, lo que permite saber si el vino está listo para beber.
Qué debo tener en cuenta a la hora de escoger un tipo de sacacorchos u otro
Ahora que conocemos los distintos tipos de sacacorchos, así como las ventajas y desventajas de cada uno, es el momento de decidir cuál se adapta mejor a nuestras necesidades. Para ello, debemos tomar en consideración aspectos como el tipo de corcho, la frecuencia de uso o su portabilidad. En general, el sacacorchos de palanca suele ser el preferido, ya que es fácil de usar, se puede utilizar prácticamente con cualquier corcho, es económico y ocupa poco espacio. Si la comodidad es tu lema o estás buscando regalo para un winelover, un sacacorchos eléctrico puede ser tu mejor opción.
En resumen, el sacacorchos es un accesorio fundamental para todo amante del vino, y elegir el adecuado puede marcar la diferencia entre abrir y disfrutar una botella. Tanto si optas por un sacacorchos de palanca elegante, un sacacorchos de dos tiempos versátil, un cómodo sacacorchos eléctrico o un simple sacacorchos manual, cada uno ofrece sus propias ventajas y se adapta a diferentes necesidades y preferencias.
Como siempre, si tienes cualquier consulta o deseas recomendaciones personalizadas, no dudes en pedir consejo a nuestros sumilleres o en compartir tus dudas con nosotros en el apartado de comentarios. ¡Que el sonido del descorche sea el preludio de las más placenteras sensaciones!