Stroebel
La familia de Timothée Stroebel procede de Alsacia y se instaló en Champagne después de la Segunda Guerra Mundial. Los viñedos se plantaron a principios de los años 60 en Villers Allerand, un pequeño pueblo 1er Cru situado en la Montaña de Reims.
Dos generaciones después, Timothée tuvo el sueño de producir su propio champagne a partir de las parcelas plantadas por su abuelo. Tras estudiar el vino y trabajar en Borgoña, Timothée recuperó poco a poco las parcelas que estaban repartidas entre los miembros de la familia. La instalación se hizo por etapas, en 2001 los viñedos y en 2005 se produjeron los primeros vinos.
El dominio abarca las tres variedades conocidas de Champagne: 55% de Pinot Meunier, 35% de Pinot Noir principalmente de viñas viejas y el resto de Chardonnay.
Timothée necesita sentir algo cuando hace el vino. Por ello, no va a producir el mismo vino dos veces, no quiere quitarle ningún carácter a las uvas, es muy poco intervencionista en la bodega y no utiliza aditivos, excepto una cantidad muy baja de azufre cuando es necesario. La fermentación alcohólica y maloláctica se produce de forma natural, los vinos no se estabilizan en frío y no hay dosificación ni filtración.
Champagne Stroebel consiguió su certificación ecológica en 2014 tras más de una década de trabajo para regenerar sus suelos. Trabaja con sus propios caballos, Bijou y Quina, y todo su trabajo en el viñedo se lleva a cabo con el objetivo de promover la salud del suelo; para potenciar el ecosistema de los viñedos y atraer insectos y aves.
Dos generaciones después, Timothée tuvo el sueño de producir su propio champagne a partir de las parcelas plantadas por su abuelo. Tras estudiar el vino y trabajar en Borgoña, Timothée recuperó poco a poco las parcelas que estaban repartidas entre los miembros de la familia. La instalación se hizo por etapas, en 2001 los viñedos y en 2005 se produjeron los primeros vinos.
El dominio abarca las tres variedades conocidas de Champagne: 55% de Pinot Meunier, 35% de Pinot Noir principalmente de viñas viejas y el resto de Chardonnay.
Timothée necesita sentir algo cuando hace el vino. Por ello, no va a producir el mismo vino dos veces, no quiere quitarle ningún carácter a las uvas, es muy poco intervencionista en la bodega y no utiliza aditivos, excepto una cantidad muy baja de azufre cuando es necesario. La fermentación alcohólica y maloláctica se produce de forma natural, los vinos no se estabilizan en frío y no hay dosificación ni filtración.
Champagne Stroebel consiguió su certificación ecológica en 2014 tras más de una década de trabajo para regenerar sus suelos. Trabaja con sus propios caballos, Bijou y Quina, y todo su trabajo en el viñedo se lleva a cabo con el objetivo de promover la salud del suelo; para potenciar el ecosistema de los viñedos y atraer insectos y aves.
