La DO vinos de Vino Spumante di Qualitá
El vino espumoso es un vino caracterizado por una importante efervescencia, debida al dióxido de carbono disuelto. El término "spumante" se refiere al desarrollo de la espuma, que es una manifestación de la efervescencia. El vino espumoso es un vino especial como los vinos de licor y los vinos aromatizados.
El vino espumoso pertenece a la categoría de los vinos efervescentes, que incluye también el vino de aguja, que no debe confundirse con el vino espumoso y viceversa (y el vino de aguja no es un vino especial). La diferencia es la menor efervescencia del fizz en comparación con el vino espumoso (debido a la menor sobrepresión y, por tanto, a la menor cantidad de dióxido de carbono disuelto).
Según las definiciones de la UE, al abrir una botella de VSQ (Vino Spumante di Qualità) el producto interior debe tener una sobrepresión no inferior a 3,5 bares a una temperatura ambiente de 20 °C, para los vinos espumosos "genéricos" (VS) debe tener 3 bares como mínimo, así como para un VSQA (Vino Spumante di Qualità Aromatico).
El término genérico vino espumoso designa un tipo general de vino, definido por la ley. Este tipo se compone de muchos productos diferentes.
Aunque a veces se lee "vino espumoso y champán" como si fueran dos tipos de vino distintos, el tipo de vino espumoso incluye también al champán, que es una DOP específica francesa, aunque ciertamente es el vino espumoso más famoso y reconocido del mundo. Sería equivalente a decir "queso azul y gorgonzola".
Algunos escritos de la época romana mencionan vinos con efervescencia natural, pero es muy probable que los romanos bebieran mosto que aún no se había convertido en vino; de hecho, para poner en práctica la técnica del vino espumoso se necesita un recipiente hermético, como una botella, que permita mantener una sobrepresión de 6 atmósferas a 20 °C.
El nacimiento del vino espumoso tuvo su origen en el siglo XVII en dos países europeos en particular: Italia y Francia.
El primer vino espumoso italiano, nació en 1865 como resultado del trabajo sinérgico entre los hermanos Gancia y el conde Augusto di Vistarino; los primeros ejemplares del olltralpe, en cambio, se atribuyen a Dom Pierre Pérignon; aunque popular, la atribución está poco documentada.