La DO vinos de Coteaux du Languedoc Pic-Saint
Situada entre el Mediterráneo y las Cevenas, la zona geográfica del Pic Saint Loup comienza, en el sur, desde la periferia de Montpellier y enmarca en gran medida el Pic Saint Loup (658 metros) y el causse de l'Hortus (512 metros). Al norte, alcanza el límite de los departamentos de Gard y Hérault. Así, el viñedo ofrece una gama muy variada de suelos: calcáreos duros, calcáreos blandos, conglomerados, dolomías, canchales calcáreos de origen fluvial y margas. Estos suelos, con su gran capacidad de drenaje y retención, desempeñan un papel fundamental en la irregularidad de las precipitaciones en la zona del Pic Saint Loup. Estas capas geológicas son especialmente buenas para filtrar las fuertes lluvias en pocas horas, y también son lo suficientemente profundas como para liberar el agua que necesitan las vides en verano.
Para tener derecho a la AOC Pic Saint Loup, los vinos deben proceder exclusivamente de las siguientes variedades de uva:
Vinos tintos: Syrah negra, Garnacha negra, Mourvèdre negra. Es obligatoria la mezcla de al menos dos variedades de uva principales. Variedades de uva complementarias: Cinsault noir, Carignan noir, estas dos variedades de uva deben representar un máximo del 10% de la superficie reivindicada en la denominación.
Vinos rosados: Syrah negra, Garnacha negra, Mourvèdre negra. Es obligatoria la mezcla de al menos dos variedades de uva principales. Variedades de uva complementarias: Cinsault noir, esta variedad de uva debe representar un máximo del 30% de la superficie declarada en la denominación.
Para la producción de vinos tintos se utilizan dos tipos de vinificación: la vinificación tradicional (90% de los casos) y la maceración carbónica (10%). Los vinos rosados se obtienen por sangrado o prensado directo. En la actualidad, todas las bodegas cooperativas y la mitad de las privadas utilizan barriles para la maduración. La primera cuvée suele envejecer durante doce meses en barricas. Algunas cuvées tienen una crianza de más de veinticuatro meses. Hay una selección parcela por parcela desde la viña hasta la cuba, y las mezclas se realizan al final de este periodo.
Los tintos pueden tener aromas dominados por las frutas rojas (grosella negra) y las especias dulces, así como aromas más complejos marcados por la garriga, las notas de cuero y las frutas maduras. Esta tipicidad ha ido de la mano del progresivo abandono de la Cinsault y la Carignan en las mezclas. El desarrollo de la crianza en barrica también ha aportado una complejidad adicional con hermosas notas tostadas, de vainilla y de miel. En cuanto a los rosados, destilan frambuesa y fresa. El paladar es afrutado y bien equilibrado. Mucho potencial.