El Sueco Crianza 2018 es la máxima representación de la no intervención en la que confía Virtus para la elaboración de sus vinos. Una línea de vinos sencillos que nace a partir de un ensamblaje de vino fermentado y criado con sus lías en acero inoxidable, y otra parte afinada durante varios meses en barrica. Sencillo, ecológico y con un pasado ligado a la tradición de la Ribera del Duero.
100% Tempranillo de los viñedos propios de Virtus, que rodean la bodega, en Aldeayuso. Fueron plantados por la familia hace más de 30 años y es un viñedo emblemático en la Ribera del Duero, por tratarse del primer viñedo emparrado que se hizo en Ribera del Duero. Crianza de entre 12 y 14 meses en barricas de roble francés de grano fino.
Con el castillo de Peñafiel como testigo, transcurre esta historia que resurge para contar al mundo un bonito relato de tradición familiar que comenzó en 1986. Paloma Escribano, heredera de una larga tradición vitivinícola y siendo unas de las primeras mujeres emprendedoras en el sector en Ribera de Duero, forjó su fama en base a imprimir una gran calidad en sus vinos y ser una visionaria en aspectos de innovación, biodinamismo, sostenibilidad y respeto por lo natural. Tras varios años al frente de la bodega, llegó la hora del relevo generacional. Iñigo López de la Osa Escribano, junto a su mujer Francesca Franco y el abrigo de toda la familia, relanzan el proyecto Virtus en el año 2012, con la ilusión y visión de retomar y engrandecer el legado de sus antepasados.
Color rojo púrpura brillante. Nariz muy expresiva con notas de frutas negras, regaliz y violeta combi-nadas con aromas torrefactos de la crianza. En boca es redondo, sedoso, con una acidez equilibrada y gran longitud.
