Un Verano en Tonos Carmín

Rosados con color, claretes y tintos ligeros

 

El verano es la estación del ocio, el disfrute y la buena vida. Imagina un día caluroso, una botella en una cubitera y un refrescante trago salpicado de minúsculas gotas que se deslizan copa abajo… Pensando en esos días, hemos elegido vinos divertidos y desenfadados, no exentos de complejidad.

Esto no va de rosados provenzales, sino de vinos que exhiben valientemente su tonalidad más alta. Vinos sin maquillaje, francos, orgullosamente simples. Vinos de trago largo, con poco grado y poca madera, alegres, buenos de acidez y de fruta. Vinos para beber en grupo, al aire libre, perfectos para picoteos informales y, por qué no, para comer con ellos.

Por eso, hemos escogido también algunos platos con los que se entenderán de mil amores, aunque en cuestiones de maridaje abogamos por la libertad de elección: la única regla fija es el gusto y las ganas de experimentar del comensal.

¡Disfruta con nosotros de un verano en tonos carmín!

 

 

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ROSADOS CON COLOR

ROSADOS CON COLOR

 

Los vinos rosados han superado, ¡y de qué manera!, aquella imagen asociada a un consumo estacional y poco exigente. El creciente interés por la categoría no solo ha subido el nivel cualitativo, sino también las ganas de experimentar con largas crianzas, terruños con historia o métodos de vinificación diferentes. Se elaboran por sangrado o por prensado directo y, a diferencia de los claretes, no fermentan con las pieles. El tiempo de maceración del mosto con los hollejos, las variedades de uva empleadas y la mano del enólogo hacen que haya mucho donde elegir, con opciones tan variadas como interesantes. Vinos frescos, alegres y divertidos, largos, redondos y con estructura, que armonizan con cualquier tipo de comida, desde los entrantes hasta el postre, igual de solventes para tomarlos por copas.

BACALAO

 

Ensalada de origen catalán, a base de bacalao desmigado, tomate, aceitunas negras, aceite, sal y pimienta, que admite variaciones con huevo duro, pimientos verdes o rojos y entre las que casi siempre se incluye cebolla. Ya sea por los aliños o por la naturaleza amarga de alguno de sus componentes, las ensaladas en general complican los maridajes. El bacalao, además, es un pescado con un sabor marcado, que encontrará buena compañía en vinos afrutados con una acidez viva.

FIDEUÀ DE MARISCO

 

Plato originario de Gandía que se elabora de forma parecida a la paella (ya se sabe que los rosados realzan el sabor de los arroces), sustituyendo el arroz por fideos. Entre las múltiples versiones, brilla la de marisco, con mejillones, langostinos o gambones, rape, sepia… Estos ingredientes invitan a la armonía con rosados: las notas dulzonas de los yodados del marisco encontrarán un buen equilibrio en los frutos rojos ácidos.

HUEVOS RELLENOS

 

Plato veraniego donde los haya, los huevos rellenos son refrescantes y fáciles de preparar: basta con cocer los huevos, partirlos por la mitad y mezclar la yema troceada con el resto de ingredientes (bonito, gambas, carne picada, bacalao, anchoas, pimientos, guacamole, mayonesa, salsa de tomate…). Este tipo de vinos tienen frescor, que funciona con la grasa del huevo, y un toque amable para equilibrar el conjunto.

VITELLO TONNATO

 

Plato típico italiano, elaborado con finas láminas de ternera acompañadas de una salsa a base de mayonesa, atún y alcaparras, que se sirve frío, como entrante o como plato principal. Un vino ligero con sutiles notas frutales refresca el paladar y ofrecerá un buen equilibrio entre las notas dulces y saladas que realza la delicada combinación de sabores de la carne de ternera y la salsa de atún.

 

 

CLARETES

CLARETES

 

El clarete es el vino de nuestros antepasados, el que se ponía en la mesa hasta hace cien años. Tiene un poco de tinto, un poco de rosado y un poco de blanco y, sin embargo, es distinto de todos ellos. Antiguamente, se elaboraba mezclando vino tinto con vino blanco; en la actualidad no está permitido mezclar vinos de distinto color en los vinos, pero sí uvas. El mosto fermenta con los hollejos, como los tintos. Difícil de elaborar y fácil de beber, hay claretes más vigorosos y otros más ligeros. Lo mejor: alegra casi cualquier plato y acerca posturas en la mesa cuando unos quieren blanco y otros tinto.

 

 

TARTAR DE ATÚN

 

El tartar es una técnica de cocina fría originaria de la gastronomía francesa que se aplicaba a la carne y el pescado, y que hoy se ha extendido a otros muchos ingredientes. El atún crudo se corta en pequeños cuadraditos y se mezcla con aguacate, cebolla roja, salsa de soja, aceite de sésamo, lima y un toque picante, como el del wasabi. El plato pide un vino que refresque el picante y armonice con los sabores del plato (mar, acidez y mucho umami).

TORTILLA DE PATATAS

 

Es uno de los platos más representativos y celebrados de la cocina española. Con cebolla o sin ella, más o menos cuajada, lo que nunca puede faltar son patatas, huevos, aceite y sal. Un rosado con buena presencia de fruta, cuerpo medio y taninos vibrantes hará buenas migas y redondeará la cremosidad del huevo.

SARDINAS ASADAS

 

Típica del verano (no en vano, su temporada va de junio a agosto), la Sardina pilchardus es rica en proteínas, minerales y con un alto contenido graso. La mejor forma de disfrutar este sabroso pescado azul es a la brasa, con apenas una pizca de sal, que realza sus aromas y sabores. Ya lo decía Julio Camba: “las sardinas asadas saben muy bien, pero saben demasiado tiempo”, por lo que encontraremos un buen aliado en estos vinos de carácter franco y vivaz.

CHIPIRONES

 

Molusco cefalópodo de la familia de los calamares. Una de sus elaboraciones más clásicas, además de en su tinta, es con un leve paso por la plancha y acompañado de cebolla muy pochada con pimientos. El toque dulce de la cebolla crea un sabroso contraste con las notas yodadas del chipirón. En la copa, los vinos de este apartado acentúan los sabores marinos y aportan acidez al dulzor de la cebolla.

 

 

TINTOS LIGEROS

TINTOS LIGEROS

 

¿Algún winelover en la mesa? Seguro que aprecia un tinto de trago fácil, también conocidos como vinos gluglú por su bebilidad (del inglés drinkability) o vinos de fresqueo. Se trata de tintos fáciles de beber, de los de “¡cuidado, que entra solo!”, ), que se pueden enfriar casi a temperatura de blanco. Vinos con fruta, acidez e incluso una graduación más baja, con poca (o nada de) madera y con una frescura que recorre la boca e invita a un segundo trago (y tercero, y cuarto…). En definitiva, vinos elaborados con un perfil fresco. Ligeros, pero con matices. Se pueden hacer vinos complejos, directos y, a su vez, fáciles de entender.

 

 

STEAK TARTAR

 

Popular preparación de carne cruda picada a cuchillo, que se aliña con distintos ingredientes: huevo, cebolla, alcaparras, pepinillos, salsa Worcestershire, mostaza, pimienta… En parte, la gracia del plato está en prepararlo ante el comensal y aderezarlo a su gusto. Un tinto joven y afrutado le va de maravilla.

COUSCOUS DE CORDERO

 

Tradicional del norte de África, el couscous se elabora con sémola de trigo (pequeños granos de un milímetro de diámetro tras el cocinado), que actúa como guarnición de un estofado caldoso de carne con verduras y especias. También se puede preparar con pescado o sin proteína animal. En general, un tinto fresco y con tensión será una buena pareja de baile.

BONITO CON TOMATE

 

Plato típico de la cocina vasca, fácil de elaborar, que se puede tomar frío o caliente. El bonito se corta en trozos medianos, se salpimienta, se dora por ambos lados en una sartén y se cocina unos minutos más a fuego suave, ya con la salsa de tomate. De compañero, una ensalada, patatas fritas… y un tinto ligero y fresco, fluido, con un suave toque rústico. La acidez potenciará el sabor del bonito y las notas de frutas del bosque, balsámicos y especias harán lo propio los matices dulzones del tomate.

POLLO AL AJILLO

 

Clásico de la cocina tradicional española, con mucho acento casero. El pollo, troceado, se dora en aceite hirviendo y se cocina posteriormente con zumo de limón, caldo, vino de Jerez, ajo picado y perejil. ¡Importante que no quede seco! Se entiende bien con tintos florales de cuerpo medio y buena acidez.

 

 

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