Ardbeg se encuentra en la costa sur de la pequeña isla escocesa de Islay, y se fundó como una destilería comercial en 1815, aunque lleva destilando desde 1798. La destilería cerró en 1981, algo devastador para la comunidad local, ya que se perdieron puestos de trabajo. Dos años después se retomó el destilado, pero a pequeña escala, aunque cerraron de nuevo en 1991. Se reanudó la producción a tiempo completo en 1997 y, justo un año después, Arbeg fue votada como la destilería del año.
Esta destilería del sur de Islay mantuvo durante muchos años una producción muy escasa debido al poco interés en los whiskies ahumados. En 1997, el grupo LVMH, propietarios de The Glenmorangie Co., decidieron comprarla y darle una nueva vida. Desde entonces, la destilería ha ido creciendo, tanto en producción como en fieles a la marca. Hasta el punto de que su capacidad de producción actual está lejos de satisfacer la demanda. La destilería Ardbeg es la única que ha sido elegida cuatro veces como la Mejor Destilería del Mundo.
Tras los altibajos iniciales, la destilería sigue funcionando con fuerza, fabricando fantásticos productos y ha ganado 3 años seguidos el título de whisky del año en todo el mundo según la Biblia del Whisky de Jim Murray.
Además de las expresiones habituales, Ardbeg lanza anualmente algunas ediciones limitadas, con motivo del Ardbeg Day, con curiosos afinados. Estas expresiones apenas duran unos días en las tiendas debido a la alta demanda. El whisky Ardbeg es uno de los escoceses con más turba. En Ardbeg secan la cebada sobre un fuego con turba durante unas 30 horas, lo que le da al producto final un sabor ahumado.
