Floris Legere
Floris Legere es ante todo el proyecto vital de Ludovic y Sierra. Él, ingeniero agrícola y enólogo francés afincado en España desde 2005, ella, aragonesa, profesora de historia y geografía.
Se instalan en Zaragoza con sus 2 hijos y se embarcan en esta aventura centrada en el pueblo de origen de la familia Sierra: Villarroya de la Sierra.
Este pueblo de 600 habitantes, que destaca por el color de su suelo arcilloso rico en óxido de hierro, está situado en el límite entre Aragón y Castilla y León. Tiene una dilatada tradición vitivinícola y las cepas de Garnacha, la Garnacha tinta de la que Aragón es cuna del mundo, producen uvas a una altitud de entre 800 y 1.000 metros sobre el nivel del mar.
Durante la primavera de 2011, fue necesario encontrar una bodega de acogida para vinificar las primeras cosechas.
Una bodega cooperativa acordó alquilarle sus instalaciones y equipos para la vinificación, embotellado y almacenamiento de los vinos. Sólo que las cubas no eran adecuadas... Habiendo decidido vinificar pequeños volúmenes perforando el tapón en cubas de hormigón abiertas, Ludovic se convirtió en julio de 2011 en el orgulloso propietario de 3 cubas de hormigón de estilo borgoña compradas a un vinicultor jubilado del Beaujolais. Por lo tanto, todo estaba listo para su primera cosecha como vinicultor
Las antiguas cepas de Garnacha se cultivan en "vaso" a muy bajas densidades de alrededor de 1500 cepas/ha. Los rendimientos de estas viñas son muy limitados, entre 1.500 y 2.500 kg de uva por hectárea. Dadas las condiciones climáticas, el estado sanitario es generalmente excelente con un mínimo de tratamiento (exclusivamente azufre en polvo). El mantenimiento de los suelos de estas viejas viñas a baja densidad se hace sólo mediante intervenciones mecánicas, sin el uso de herbicidas. La dificultad estriba en alcanzar una buena madurez fenólica, que garantice el color y la estructura de los vinos, sin obtener grados alcohólicos exagerados. Además de la Garnacha, la D.O. Calatayud autoriza el cultivo y la vinificación de otras variedades de uva, algunas "internacionales" como el Merlot, el Syrah y el Cabernet Sauvignon, y otras más locales como la Tinta Fina.
Se instalan en Zaragoza con sus 2 hijos y se embarcan en esta aventura centrada en el pueblo de origen de la familia Sierra: Villarroya de la Sierra.
Este pueblo de 600 habitantes, que destaca por el color de su suelo arcilloso rico en óxido de hierro, está situado en el límite entre Aragón y Castilla y León. Tiene una dilatada tradición vitivinícola y las cepas de Garnacha, la Garnacha tinta de la que Aragón es cuna del mundo, producen uvas a una altitud de entre 800 y 1.000 metros sobre el nivel del mar.
Durante la primavera de 2011, fue necesario encontrar una bodega de acogida para vinificar las primeras cosechas.
Una bodega cooperativa acordó alquilarle sus instalaciones y equipos para la vinificación, embotellado y almacenamiento de los vinos. Sólo que las cubas no eran adecuadas... Habiendo decidido vinificar pequeños volúmenes perforando el tapón en cubas de hormigón abiertas, Ludovic se convirtió en julio de 2011 en el orgulloso propietario de 3 cubas de hormigón de estilo borgoña compradas a un vinicultor jubilado del Beaujolais. Por lo tanto, todo estaba listo para su primera cosecha como vinicultor
Las antiguas cepas de Garnacha se cultivan en "vaso" a muy bajas densidades de alrededor de 1500 cepas/ha. Los rendimientos de estas viñas son muy limitados, entre 1.500 y 2.500 kg de uva por hectárea. Dadas las condiciones climáticas, el estado sanitario es generalmente excelente con un mínimo de tratamiento (exclusivamente azufre en polvo). El mantenimiento de los suelos de estas viejas viñas a baja densidad se hace sólo mediante intervenciones mecánicas, sin el uso de herbicidas. La dificultad estriba en alcanzar una buena madurez fenólica, que garantice el color y la estructura de los vinos, sin obtener grados alcohólicos exagerados. Además de la Garnacha, la D.O. Calatayud autoriza el cultivo y la vinificación de otras variedades de uva, algunas "internacionales" como el Merlot, el Syrah y el Cabernet Sauvignon, y otras más locales como la Tinta Fina.