Domaine Belargus
El Domaine Belargus está situado en el corazón del Anjou Noir, una tierra de esquisto. Los viñedos se distribuyen en torno a tres islas principales (Savennières, Quarts-de-Chaume y los Coteaux du Layon), compuestas a su vez por terruños singulares, definidos con precisión por su exposición, subsuelo o pendiente. Este mosaico de terruños se expresa a través de una colección de cuvées por parcelas. Finca vinícola resultante de la absorción de la famosa finca de Jo Pithon en 2018.
Cientos de millones de años después, en Francia, las montañas del macizo Armórico se han convertido en laderas. En estos islotes terrestres de geografía compleja, entre los ríos Loira y Layon, los hombres cultivaban enredaderas. Nació el vino Anjou... y, a su paso, Belargus.
A través de una colección única de grands crus, parcelas únicas y monopolos, Domaine Belargus explora Anjou a través de todos sus microclimas, utilizando Chenin como su único instrumento.
Cultivados según las leyes de la biodinámica, los vinos de Belargus tienen la singularidad de las parcelas milenarias que les dan origen. Expresan, a través de cada cuvée, un panorama vibrante de Anjou.
Grutas esculpidas por los vientos, mesetas de arena y laderas escarpadas bañadas por el sol componen una colección de terruños con carácter cincelado. En las profundidades de la superficie se mezclan rocas púrpuras, rocas magmáticas, guijarros enrollados y arcillas finas, que dan vida y complejidad al suelo. Las cepas hunden profundamente sus raíces para extraer complejidad y finura mineral. Este entorno es el hogar de mil especies autóctonas: brezos aromáticos, flores silvestres, plantas medicinales, arbustos de colores ... Este microcosmos pertenece también, según los horarios y las estaciones, a los saltamontes y los murciélagos, a las ovejas y las aves.
Ivan Massonnat cree fundamentalmente en las virtudes de un enfoque colectivo: desde el inicio, el proyecto Belargus ha sido diseñado como una aventura en equipo, reuniendo a jóvenes talentos (en particular, el enólogo Adrien Moreau y el gerente del viñedo Amaury Chartier) y algunos pioneros icónicos del Loira (Jo Pithon y Guy Bossard).
Cientos de millones de años después, en Francia, las montañas del macizo Armórico se han convertido en laderas. En estos islotes terrestres de geografía compleja, entre los ríos Loira y Layon, los hombres cultivaban enredaderas. Nació el vino Anjou... y, a su paso, Belargus.
A través de una colección única de grands crus, parcelas únicas y monopolos, Domaine Belargus explora Anjou a través de todos sus microclimas, utilizando Chenin como su único instrumento.
Cultivados según las leyes de la biodinámica, los vinos de Belargus tienen la singularidad de las parcelas milenarias que les dan origen. Expresan, a través de cada cuvée, un panorama vibrante de Anjou.
Grutas esculpidas por los vientos, mesetas de arena y laderas escarpadas bañadas por el sol componen una colección de terruños con carácter cincelado. En las profundidades de la superficie se mezclan rocas púrpuras, rocas magmáticas, guijarros enrollados y arcillas finas, que dan vida y complejidad al suelo. Las cepas hunden profundamente sus raíces para extraer complejidad y finura mineral. Este entorno es el hogar de mil especies autóctonas: brezos aromáticos, flores silvestres, plantas medicinales, arbustos de colores ... Este microcosmos pertenece también, según los horarios y las estaciones, a los saltamontes y los murciélagos, a las ovejas y las aves.
Ivan Massonnat cree fundamentalmente en las virtudes de un enfoque colectivo: desde el inicio, el proyecto Belargus ha sido diseñado como una aventura en equipo, reuniendo a jóvenes talentos (en particular, el enólogo Adrien Moreau y el gerente del viñedo Amaury Chartier) y algunos pioneros icónicos del Loira (Jo Pithon y Guy Bossard).
